Una brecha en medio de la rutina
Teresa Bosque Moliner / Carmela
Vélez Serrallé
Una brecha en medio de la
rutina
Primera edición: Noviembre
2009
Editores
Policarbonados
Se trata de una recopilación de
historias protagonizadas por personas anónimas, cuyas experiencias se suceden en
el interior del hospital en el que permanecen ingresadas bajo la tutela del
personal sanitario, y sumidas en la incertidumbre provocada por el diagnóstico
recibido.
En esta breve obra —128 páginas— las
autoras nos han transmitido a través de su narración y de una magistral
descripción, los sentimientos y reflexiones a los que el enfermo o enferma se
enfrenta y, al mismo tiempo, dejándonos constancia de las propias sensaciones
que estas les producen y que en algunos momentos les permite implicarse en la
historia convirtiéndose así en personajes de la escena.
No estamos ante una crónica que cuenta
las situaciones de las personas que pasan por la difícil experiencia del
diagnóstico y posterior tratamiento oncológico, sino ante una realidad que, a
modo de novela, nos muestra la importancia que conlleva el modo en que los
familiares y el entorno hospitalario aportan su personal apoyo, dignificando lo
dramático de la situación a la vez que dotándolo de una nueva visión que
positiviza y humaniza el estado de «terminal» en el que algunos de estos
protagonistas se encuentran.
En Una brecha en medio de la
rutina escuchamos la voz de personas reales enfrentándose a su destino, en
ocasiones con una gran carga reflexiva, pero también, en otras, aprovechando sus
últimas jornadas variando su rutina e intentando realizar aquello que siempre
pospusieron, e incluso, desde la sorpresa del acto de amar realizado a última
hora, a modo de despedida:
…Localiza el sillón que en este momento se encuentra vacío. En él debería estar sentada la mujer de Juan; ella siempre está a su lado. Le resulta extraño, si se hubiera marchado, ella lo sabría.
En silencio observa cómo se mueven las sábanas. Es un movimiento lento, pausado; la sábana encimera cubre todo el cuerpo, no se le ve la cara…
Se trata de una lectura cómoda, y en
ella aparecen algunos párrafos que me parecen muy significativos y emotivos,
aunque esa emotividad nada tiene que ver con otras lecturas cargadas de
dramatismo novelesco. No se atiende al morbo, sino a la dignidad; y es a ese
concepto al que se aferra el protagonista de La dignidad de mi muerte,
relato al que pertenecen las líneas con las que finalizo este comentario sobre
la obra:
http://agoralarevistadeltaller.blogspot.com.es/2012/09/una-brecha-en-medio-de-la-rutina.html?spref=fb…Como cada noche, la enfermera con paso cansino deambula por los corredores de la sala del hospital, siempre a la misma hora inicia su turno de control por las habitaciones; hoy no es diferente a otras, todo se encuentra en calma, y solamente alumbrada por las tenues luces de color naranja de los pasillos, comienza la ronda…
Lola Estal
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