-Ésa
es su mesa; su silla. Éste será su despacho aquí tiene un buen
microscopio; allí, al fondo, está el laboratorio. Ahora, le
presentaré a los técnicos...-
-Ya sabe cuál
es su misión.- La sacó de sus turbios pensamientos su acompañante,
que siguió relatándole cuál era su trabajo en aquel departamento
de investigación, de los efectos de algunos fármacos sobre los
tejidos animales. -Vamos al laboratorio, le presentaré a nuestros
compañeros-
Le gustaba lo
que hacía, mirar al microscopio, ver cosas diminutas que el ojo no
puede ver a simple vista, pero que aumentadas varias veces recibían
un nombre propio, distinto y con múltiples propiedades. En
definitiva, un trabajo como otro cualquiera; eso le había dicho su
jefe. -Este trabajo no es complicado en realidad lo puede hacer
cualquiera- Esto es lo que pensaba ella ahora, cuando la práctica
incesante de algo se convierte en tedioso, cuando lo desconocido y
misterioso no nos produce interés.
Es un fragmento del relato El Experimento de este libro.
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